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PRIMEROS
AUXILIOS
Introducción
La Ley
de Prevención en su art. 20 impone al empresario y a las
administraciones públicas la necesidad de analizar las posibles
situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias para
garantizar la prestación eficaz de medidas primeros auxilios, lucha
contra incendios y evacuación de los trabajadores presentes en su
centro de trabajo. En el caso de los centros docentes esta
consideración se amplia –por diversas normas legales- a los usuarios
(alumnos) presentes en ellos.
Introducción II
El
empresario o la administración deben designar el personal encargado
de poner en práctica estas medidas y comprobar periódicamente su
correcto funcionamiento. Para ello, el empresario organizará las
relaciones que sean necesarias con servicios externos a la empresa,
en particular prestación de primeros auxilios, asistencia médica,
salvamento y lucha contra incendios. Todas estas medidas están
previstas en los llamados Planes de Autoprotección que se pueden
consultar en la Unidad correspondiente de este curso.
¿QUIÉN PUEDE PRESTAR PRIMEROS AUXILIOS?
En principio cualquier persona con unos conocimientos básicos que lo
quiera hacer. Entendemos que un docente podría estar en disposición
de hacerlo ante una emergencia. No obstante, al formar las brigadas
de primeros auxilios para un determinado centro docente, debemos
tener en cuenta que:
• No es necesario que todos los docentes sean parte de la brigada de
PPAA. Estas acciones se ejercen por solidaridad y son voluntarias.
• Es necesario que el personal que las forma esté habitualmente en
el centro docente durante los horarios de apertura.
• Es conveniente que exista un número suficiente en función de los
riesgos, número de trabajadores y alumnos, turnos y superficies o
edificios a cubrir.
• Esta actividad supone asumir unos riesgos laborales adicionales a
los que ya se han evaluado del puesto de trabajo y a los que el
docente se expone con carácter excepcional.
• Por último, y a pesar de que la solidaridad y la voluntariedad son
criterios que cumpliría casi todo el personal docente, no todas las
personas pueden o deben prestar este tipo de socorro. Es preciso
establecer que su estado psicofísico es adecuado para evitar daños
propios o a terceros (accidentes en cadena).
Introducción III
Por
tanto, existen condiciones para prestar primeros auxilios aunque su
necesidad sea general y prioritaria. Existe una más, fundamental,
que implica la necesidad de integrar estas brigadas de socorro
dentro de un Plan de Emergencia (o Autoprotección) que debe
realizarse previamente, sin el que las actuaciones del socorrismo
quedan claramente mermadas en su eficacia, aunque –en muchos casos-
puedan salvar momentánea o definitivamente una vida.
¿ESTA CLASE ME CAPACITA PARA PRESTAR PRIMEROS AUXILIOS?
Nunca se sabe para que podría servir –en un momento crítico- lo que
se ha leído con interés y motivación. Puede que algún concepto
general evite males mayores ante una emergencia. Pero lo cierto es
que la parte relativa al soporte vital básico, la reanimación
cardiopulmonar, es el núcleo central del socorrismo y para llevarla
a cabo con eficacia se necesita la práctica directa de sus
actuaciones.
Con esta clase pretendemos ubicar los primeros auxilios en las
medidas preventivas que exige la legislación, motivar su aprendizaje
futuro y que se comprendan las pautas mínimas en que se basa la
asistencia no médica en primera instancia que ante una emergencia
debemos intentar. No es éste un curso completo de primeros auxilios
y –en este sentido- no capacita para su prestación legal en el marco
de un Plan de emergencias.
Primeros auxilios
DEFINICIÓN
Los primeros auxilios son todas aquellas medidas o actuaciones
que realiza el auxiliador, en el mismo lugar donde ha ocurrido el
accidente y con material prácticamente improvisado, hasta la llegada
de personal especializado.
Los primeros auxilios no son tratamientos médicos. Son acciones de
emergencia para reducir los efectos de las lesiones y estabilizar el
estado del accidentado. Y esto último es lo que le concede la
importancia a los primeros auxilios, de esta primera actuación va a
depender en gran medida el estado general y posterior evolución del
herido. Así mismo, son una obligación moral.
PERO, ¿QUÉ ES UNA URGENCIA?
La podemos definir como cualquier situación que en opinión del
enfermo, los parientes u otra persona que asuma la responsabilidad
de llevarlo al hospital, requiere intervención médica inmediata. La
situación de urgencia continúa hasta que se ha realizado una
evaluación y diagnóstico médico.
¿Y UNA EMERGENCIA?
Una emergencia es, una urgencia en la que existe una situación de
muerte potencial para el individuo si no se actúa de forma inmediata
y adecuada. En una urgencia, pueden tener que aplicarse uno de estos
dos tipos de primeros auxilios:
• Primeros auxilios emergentes o emergencias: en los que existe
peligro vital para la vida del accidentado, estas son: una parada
cardio-respiratoria, la asfixia, el shock, las hemorragias
importantes y los envenenamientos graves.
• Primeros auxilios no emergentes: en los que no existe dicho
peligro, por ejemplo: una fractura en un brazo, dolor abdominal,
etc.
Primeros auxilios II
PRINCIPIOS GENERALES EN LA ACTUACIÓN EN PRIMEROS AUXILIOS
Primero: Estar tranquilo, pero actuar rápidamente. Con tranquilidad
se da confianza a la víctima y a aquellos que se encuentren cerca.
Los testigos suelen tener miedo, con frecuencia hay pánico o están
sobreexcitados. El auxiliador ha de dar ejemplo mostrando su
tranquilidad.
Segundo: Hacerse una composición de lugar. Cuando se llega al lugar
del accidente no se debe comenzar a actuar curando al primer herido
que se encuentre. Podría haber otros heridos más graves y que, por
tanto, necesitaran atención en primer lugar. Hacer, pues, un rápido
examen del lugar. Debe intentarse saber si existen heridos ocultos.
Hay que darse cuenta también de las posibles fuentes de peligros que
aún existan: amenaza de derrumbamiento, ruptura de canalizaciones de
gas o de agua, fuego, etc. (accidente en cadena).
Tercero: Mover al herido con gran precaución. Jamás se cambiará de
sitio al accidentado antes de cerciorarse de su estado y haberle
proporcionado los primeros cuidados. Además, un herido grave, no
debe ser movilizado excepto por estas tres razones: 1) para poderle
aplicar los primeros auxilios; 2) evitar el agravamiento de sus
heridas; Y 3) protegerle de un nuevo accidente.
Cuarto: Examinar bien al herido. Investigar si respira, si tiene
pulso, si está consciente, si sangra, si tiene una fractura, si
presenta quemaduras, si ha perdido el conocimiento. Estar bien
seguros de no haber dejado escapar nada.
Quinto: No hacer más que lo indispensable. Si se intentan hacer
demasiadas cosas, se retrasará el traslado de la víctima. El papel
del auxiliador no es el de reemplazar a los servicios sanitarios,
sino que se ha de limitar a proporcionar aquellas medidas
estrictamente necesarias para un correcto transporte del herido.
Sexto: Mantener al herido caliente. Evitar, no obstante, un calor
excesivo, manteniéndole a una agradable temperatura. Si hace frío,
todo el cuerpo debe ser calentado; para ello lo mejor será
envolverlo en una manta.
Séptimo: No dar jamás de beber a una persona inconsciente. En este
estado no podrá tragar y existirá peligro de ahogarla al penetrar el
líquido en las vías aéreas. Si la víctima conserva la consciencia y
no presenta una herida profunda en el vientre, se le puede dar de
beber, lentamente, y solo a pequeños sorbos. No darle alcohol, es
preferible café o té caliente, sobre todo si hace frío.
Octavo: Tranquilizar a la víctima. El accidentado tiene miedo. Hay
que hablarle ya que está angustiado; el curso de su vida se ha visto
truncado bruscamente y padece por los que le acompañan o por su
familia. Hay que tranquilizarle, calmar sus temores y levantarle el
ánimo. Hay que decirle que hay gente cerca que se ocupa de él, que
los servicios de urgencias han sido avisados y que vendrán pronto.
No se le debe dejar ver la herida si la presenta.
Noveno: No dejar nunca solo al accidentado. El estado del mismo
puede gravarse en un corto espacio de tiempo.
Valoración del estado del accidentado
VALORACIÓN PRIMARIA
En una situación de urgencia, a pesar que la reacción instintiva de
cualquier persona es emprender alguna acción, no se ha de caer en
este error, pues la valoración primaria requiere pocos minutos y de
su realización puede depender la vida del accidentado.
La valoración primaria se inicia con la primera impresión que el
auxiliador tiene al ver al herido, que se forma a partir de lo que
vemos y oímos, seguida de la evaluación primaria propiamente dicha,
que consiste en identificar problemas que amenazan la vida del
individuo, resumidos en el ABC:
A.- AIRWAY. Permeabilidad de las vías aéreas, necesaria para que el
aire llegue a los pulmones.
B.- BREATHING. Existencia de respiración espontánea.
C.- CIRCULACIÓN. Existencia de latido cardiaco y ausencia de grandes
hemorragias.
VALORACIÓN SECUNDARIA
Sólo después de realizar la valoración primaria y las debidas
actuaciones (reanimación cardio-pulmonar, apertura de vías, etc.),
si las hubo, se realiza la valoración secundaria.
Ésta consiste en la valoración del estado del accidentado de pies a
cabeza, tanto por delante, por detrás y por ambos laterales. Se han
de buscar:
• fracturas de miembros o de la columna vertebral,
• golpes recibidos en la cabeza, tórax, abdomen y/o espalda que
puedan producir hemorragias internas,
• lesiones, contusiones, quemaduras, dolor, etc.
Durante este proceso se interrogará al enfermo, si está consciente,
intentando obtener la mayor cantidad de información posible por si
dejara de estarlo. Se anotaran, y posteriormente se trasmitirán a
los servicios sanitarios, los siguientes datos:
§
nombre y apellidos
§
edad
§
constantes vitales (pulso y respiración)
§
enfermedades que padezca o ha padecido
§
medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina, ...)
§
alergias a algún medicamento
§
si lleva algún informe médico encima
§
localización del dolor
§
hormigueos, "descargas eléctricas", entorpecimiento de las piernas
§
actuaciones de primeros auxilios realizadas y respuesta del paciente
a ellas,
§
si existe hemorragia la cantidad aproximada y el origen,
§
si se está realizando la Reanimación Cardio-Pulmonar, tiempo desde
la parada y tiempo que se está realizando la maniobra.
§
si existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos, cuándo y
qué cantidad, y si hubo vómitos.
Valoración del estado del accidentado II
¿QUÉ ES
LA CADENA DE SOCORRO?
Son las personas entre el Accidentado y la atención especializada.
Está constituida por: Testigos, telefonista y socorristas.
¿QUÉ ES EL PAS?
Se trata de la conducta que debe adoptar el socorrista en su
actuación ante una emergencia:
• Proteger: Hay que proteger tanto al accidentado como a nosotros
mismos. Por ejemplo, ante un ambiente tóxico, no atenderemos al
intoxicado sin antes proteger nuestras vías respiratorias (uso de
mascaras con filtros adecuados) pues, de lo contrario, no
accidentaríamos nosotros también. Evitar que los daños se hagan
extensivos a otras personas
• Avisar: Dar la máxima información: Tipo de accidente. Lugar donde
se ha producido. Posición y síntomas de la persona accidentada.
Otras personas involucradas etc. Es fundamental poner cerca de los
teléfonos o de la centralita un listado con los siguientes números:
- Urgencias (112, centro de salud o médico más cercano, puerta de
urgencias del Hospital público o privado más accesible, así como
ambulancias.
- Responsable del Centro docente y Servicio de Prevención.
- Bomberos, policía.
- Mutua de accidentes, si la hay.
• Socorrer: Reconocer los signos vitales (conciencia, respiración,
pulso).Como norma general no hay que mover a las víctimas de un
accidente ni darles de beber.
LA
PARADA CARDIOPULMONAR
La reanimación cardiopulmonar básica-RCP
La
rápida actuación ante un accidente puede salvar la vida de una
persona o evitar el empeoramiento de las posibles lesiones que
padezca. Por emergencia médica entendemos aquella situación en la
que la falta de asistencia sanitaria producirá la muerte del
accidentado en minutos. El cerebro es el órgano más delicado de que
dispone el ser humano. La falta de oxígeno ocasionará, en poco
tiempo, lesiones irreversibles produciéndose la muerte en 8 - 10
minutos. Por lo tanto cualquier paro cardio-respiratorio (fracaso de
las funciones cardíaca y respiratoria, con la consiguiente
incapacidad para hacer llegar sangre oxigenada a las células) es una
situación de máxima urgencia ya que del tratamiento inmediato
dependerá la vida del paciente.
JUSTIFICACIÓN DEL APRENDIZAJE DE LA RCP
En la actualidad, prácticamente el 50% de los fallecimientos se
deben a enfermedades cardiovasculares, mientras que un 30% se deben
a traumatismos. En el primer caso afecta a personas en las edades
más productivas de la vida, entre los 35 y 60 años de edad. El
traumatismo supone la primera causa de mortalidad para los menores
de 40 años. El 40% de las muertes producidas por enfermedades
cardiovasculares podrían sobrevivir con una correcta Reanimación
Cardio-Pulmonar antes de los 4 minutos. El 60-70% de los casos de
muerte por enfermedad cardiovascular tienen lugar fuera de los
centros sanitarios. La mortalidad por infarto de miocardio se
produce en el 61,1% de los casos en el domicilio y en el 5,4%
durante el transporte. Estos datos avalan la necesidad de enseñar la
maniobra de la R.C.P. entre la población general.
La reanimación cardiopulmonar básica-RCP II
Una parada cardio-pulmonar puede ser producida bien por una parada
cardiaca o bien por una pulmonar.
§
La parada cardiaca: Esta puede ser ocasionada por un fallo primario
del corazón, originado en él mismo, o por un fallo secundario,
originado en otro/s órgano/s o sistema/s y que afecta al corazón
como un órgano más.
§
La parada respiratoria (apnea). Las causas de una parada
respiratoria pueden ser de tres tipos: neurológicas, musculares y
mecánicas. De forma desarrollada las causas de asfixia pueden ser:
- Insuficiencia de oxígeno en el ambiente por humo, gases tóxicos,
etc.
- Obstrucción de las vías aéreas por: cuerpos extraños, lengua
retraída hacia la laringe, edema de las vías respiratorias,
laringoespasmo, aspiración de contenido gástrico por vómito.
- Secreciones en las vías aéreas en los casos de semiahogamiento o
edema pulmonar.
- Interferencia con la respiración por traumatismo torácico o
depresión del centro respiratorio mediante fármacos o drogas.
- Interferencia con la circulación en casos de: shock eléctrico,
infarto de miocardio, envenenamiento por monóxido de carbono.
DEFINICIÓN
Se
define una Parada Cardio-Pulmonar como el cese brusco de la
circulación sanguínea con la consiguiente interrupción del aporte de
oxígeno a los tejidos. Para determinar la existencia de una Parada
Cardio-Pulmonar diferenciaremos la parada cardiaca de la pulmonar
La reanimación cardiopulmonar básica-RCP III
Diagnóstico de una parada cardiaca:
- Pérdida brusca de la consciencia.
- Ausencia de pulsos en las grandes arterias (carótida, femoral,
humeral, etc.)
Son
signos adicionales:
- La presencia de apnea (ausencia de respiración) o patrón
respiratorio ineficaz,
- Cianosis (coloración azulada de la piel, sobre todo en labios y
zonas distales
- Frialdad en las extremidades
- Dilatación pupilar.
Diagnóstico de una parada respiratoria:
A)
Completa: Ausencia de paso de aire
- No se oye flujo
- Dificultad para insuflar aire
- Incapacidad para toser
- Escasa o nula expansión torácica
- Tiraje supraclavicular e intercostal
B)
Parcial: Ausencia de ruidos respiratorios
- Ronquido (hipo-faringe)
- Estridor (laringe)
- Sibilancia (bronquial)
- Gorgoteo (cuerpo extraño)
- Si existe, capacidad para toser
La reanimación cardiopulmonar básica-RCP IV
DIAGRAMA
DE ACTUACIONES EN RCP.
Cuando nos encontramos ante una persona enferma o accidentada lo
primero que hay que hacer es identificar aquellas situaciones que
supongan una amenaza inmediata para la vida. Para ello tenemos que
observar los signos vitales que son:
1. La consciencia
2. La respiración
3. El pulso.
Conciencia
Para saber si un accidentado está consciente le preguntaremos qué le
ha pasado. Si contesta, descartaremos la existencia de paro
respiratorio. El problema surge cuando el paciente no contesta.
Entonces lo agitaremos levemente para observar sus reacciones
(gemidos, apertura de ojos, movimientos de cabeza, etc.), si no
existe ningún tipo de reacción significa que el estado de
inconsciencia está declarado, por lo que inmediatamente y, en lo
posible, sin tocarlo (pues puede ser un paciente traumático y
existir lesiones óseas que agraven su estado) comprobaremos su
respiración.
Respiración
Hay que comprobar si respira o no. Para ello acercamos nuestra
mejilla o el dorso de nuestra mano a su boca y a su nariz y vemos si
sale aire, y al mismo tiempo miramos su tórax para observar los
movimientos torácicos y abdominales
La reanimación cardiopulmonar básica-RCP V
Si
respira:
No hará falta seguir explorando sus signos vitales ya que el corazón
funciona seguro, siendo el procedimiento a seguir, siempre que no
sea traumático, el de colocarlo en una posición de seguridad para
prevenir las posibles consecuencias de un vómito. Esta posición es
la denominada en el argot del socorrismo como P.L.S. (fig. 2), que
significa: Posición Lateral de Seguridad. En el caso de que el
paciente respire pero sea traumático, no lo moveremos. En ambos
casos seguiremos a su lado vigilando sus signos vitales hasta que
llegue la ayuda solicitada.
No
respira:
Si al acercar nuestra mejilla o el dorso de nuestra mano a su boca,
comprobamos que no respira, enseguida y sin perder tiempo
colocaremos al accidentado, sea traumático o no, en posición de
decúbito supino (estirado mirando hacia arriba) abriendo las vías
aéreas, mediante una hiperextensión del cuello (fig. 3) evitando que
la lengua obstruya la vía de entrada de aire. En ocasiones, con esta
simple maniobra el paciente vuelve a respirar. En caso contrario y
no existiendo cuerpos extraños en su boca (dientes desprendidos,
chicles,...), el paro es evidente, por lo que deberemos suplir la
función ausente mediante reanimación cardio pulmonar, efectuando la
respiración artificial boca-boca (apartado 3).
Figura 4. Toma del pulso carotideo |
La reanimación cardiopulmonar básica-RCP VI
Pulso.
Para
comprobar el funcionamiento cardiaco lo mejor es el pulso carotideo.
(figura 4) Para ello utilizamos los dedos índice y medio de la mano
y se irán deslizando por el lado del cuello hasta el hueco que forma
la laringe con el músculo esternocleidomastoideo presionando
firmemente este espacio.
En los recién nacidos y personas con el cuello grueso localizar el
pulso en la arteria humeral (localizada en la parte medial-interna
del brazo, bajo la depresión del bíceps. Caso de existir pulso
seguiremos efectuando la respiración artificial, pero en el momento
en que desaparezca este pulso deberemos iniciar sin demora el masaje
cardíaco externo, acompañado siempre de la respiración boca-boca.
10.
Introducción a los primeros auxilios II
La reanimación cardiopulmonar básica - RCP
LA
RCP BÁSICA
Como comentamos al principio el ABC de la asistencia de emergencia y
objetivo prioritario en la evaluación y tratamiento reside siempre
en:
A.- AIRWAY à La permeabilidad de las vías aéreas.
B.- BREATHING à La facilitación de la respiración.
C.- CIRCULATION a la conservación de la circulación.
(Airway) Mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea.
a) Colocación de la cabeza. Si la persona está inconsciente, es
probable que la lengua obstruya la vía aérea impidiendo el paso de
aire. Para evitarlo se pueden realizar una de las siguientes
maniobras (Figura 5):
- Hiperextensión Frente-nuca
- Hiperextensión Frente-mentón
- Triple maniobra
La reanimación cardiopulmonar básica-RCP II
Las dos
primeras maniobras realizan la hiperextensión del cuello usando la
frente y la nuca o el mentón como puntos de apoyo. La triple
maniobra realiza la apertura de la vía aérea, dislocando la
mandíbula inferior. Esta última maniobra se utiliza ante la sospecha
de fractura cervical.
b)
Limpieza de la boca. La limpieza de la boca se ha de realizar
manualmente con el "dedo en gancho", buscando objetos causa de
obstrucción (chicles, caramelos, etc.). Así mismo se retirará la
dentadura postiza si existiera. Limpiaremos además, las secreciones
que se hallasen en la boca (vómitos), con la ayuda de gasas,
pañuelos, etc. Figura 6. Si tras la realización de estas actividades
no se hubiera obtenido una vía aérea permeable, es decir, que
permita el paso de aire, se ha de sospechar la existencia de uno o
más objetos en la garganta. Para solucionarlo se realizará la
maniobra de Heimlich. Si no se consiguió con estas maniobras una
respiración espontánea se ha de pasar al siguiente punto.
La reanimación cardiopulmonar básica - RCP III
(Breathing) Respiración artificial.
La respiración artificial tiene por objeto hacer llegar aire hasta
los pulmones del sujeto que se encuentra en parada respiratoria.
Tres son las técnicas de respiración artificial: "boca a boca". Se
considera que la respiración "boca a boca" es idónea para la
actuación de primeros auxilios por:
a) Conseguir un aporte de aire de alrededor de 1000 c.c. en cada
insuflación.
b) Permitir apreciar en todo momento la distensión del tórax del
accidentado, lo que nos indica que la inspiración es buena o, en su
caso, la existencia de obstáculos a la entrada de aire en los
pulmones.
Figura 6. Respiración boca-boca. |
Figura 7. Insuflación pulmonar. |
La reanimación cardiopulmonar básica-RCP IV
Técnica.
Para
realizar la respiración "boca a boca" (Figura 6) o "boca a nariz" el
accidentado debe estar tendido boca arriba. Hiper-extender el cuello
colocando, a ser posible, bajo los hombros una chaqueta o toalla. El
auxiliador, arrodillado a la derecha de la víctima, cierra las fosas
nasales (la boca en el caso de la técnica "boca a nariz") con el
pulgar y el índice de su mano izquierda; con estos mismos dedos de
su mano derecha le sujeta la mandíbula, tirando de ella hacia
arriba, mientras el codo del brazo derecho descansa suavemente sobre
el pecho del accidentado. En esta posición el socorrista inspira
profundamente, sella con su boca la del accidentado y le insufla el
aire. A continuación, retira su boca para permitir el vaciamiento de
los pulmones. Si existiera agua en los mismos la cabeza de la
víctima ha de estar lateralizada para facilitar la salida de la
misma. En cada insuflación se comprobará que la ventilación es
adecuada por: a) la elevación y descenso sucesivos de la pared del
tórax (de 2 a 3 cm.); b) al oír y sentir como sale el aire al
exhalarlo la Víctima pasivamente; y c) al sentir el auxiliador en
sus propias vías aéreas la resistencia de los pulmones de la víctima
al expandirse. Este movimiento completo debe repetirse con una
frecuencia de 16 a 20 veces por minuto, es decir, al mismo ritmo de
la respiración normal del socorrista. Si el inicio de este proceso
no fuera acompañado de una rápida recuperación de la respiración
espontánea, se habrá de valorar la posibilidad de una parada
cardiaca. De confirmarse ésta, se pasaría al punto siguiente.
(Figura7)
La reanimación cardiopulmonar básica - RCP V
(Circulación) Masaje cardiaco.
El masaje cardíaco debe aplicarse siempre que se observe falta de
pulso y del latido cardíaco. Esta técnica se basa en la posibilidad
de comprimir el corazón contra la columna vertebral, ejerciendo
presión sobre el tercio inferior del esternón. Con ello obligamos al
corazón, que se encuentra parado y con sangre en su interior, a
expulsar la sangre y a llenarse después, alternativamente, como si
se realizara una contracción activa.
Una vez comprobada la ausencia de pulso y de latido cardíaco se
tumbará al accidentado boca arriba, sobre un plano duro. El
socorrista, arrodillado a la derecha del accidentado, localizará la
punta del esternón y colocará el talón de una de las manos dos dedos
por encima de la misma. Colocará el talón de la otra mano sobre la
primera entrecruzando los dedos; las palmas de las manos no deben
tocar el pecho de la víctima, y los codos estarán rígidos, sin
doblar.
En esta postura el socorrista deja caer el peso de su propio cuerpo
comprimiendo el esternón de 4 a 5 cm. Haciendo fuerza solo y
exclusivamente sobre el talón de la mano. Manteniendo las manos en
su sitio, retirar la compresión para permitir que el corazón se
vuelva a llenar. Las compresiones se realizarán de forma rítmica,
contando "y uno, y dos, y tres, y cuatro,..". Se continuará hasta
que aparezca pulso.
Para realizar al mismo tiempo la respiración artificial y el masaje
cardiaco se realizarán ciclos de 15 compresiones, dos ventilaciones,
hasta un total de cuatro, momento en el que se valorará la
existencia de pulso carotideo. Intentamos obtener de 80 a 100
compresiones por minuto.
La reanimación cardiopulmonar básica - RCP VI
Técnica
de la reanimación cardio pulmonar
Si el paciente está inconsciente y no respira, se debe efectuar la
hiperextensión del cuello. Si continúa sin respirar se realizará la
siguiente secuencia de operaciones:
a. Apretar la frente e hiper-extender bien el cuello.
b. Extraer posibles cuerpos extraños de la boca (dientes,
chicles...)
c. Girar la mano de la frente y pinzar la nariz.
d. Colocar nuestros labios alrededor de la boca del paciente
sellando totalmente su boca con la nuestra. Iniciar el boca-boca: 2
insuflaciones (1 cada 5 segundos).
e. Una vez se ha insuflado el aire se debe comprobar el
funcionamiento cardíaco a través del pulso carotideo.
Si hay pulso pero no respira, se debe seguir con la respiración
artificial boca-boca, comprobando periódicamente la existencia del
pulso. Si no hay pulso, debe iniciarse el masaje cardíaco externo.
El masaje cardíaco se efectuará al siguiente ritmo: Figura 1
La reanimación cardiopulmonar básica-RCP VII
CUANDO NO REALIZAR LA RCP
• Cuando la muerte sea evidente. Por ejemplo: fractura craneal con
salida de masa encefálica.
• Evolución terminal del paciente (medio hospitalario).
• Cuando se sepa que han pasado más de diez minutos desde la parada
cardiaca, a excepción de niños, ahogados, electrocutados y
accidentados hipotérmicos.
CUANDO SUSPENDER LA RCP
• Cuando se obtenga respiración y circulación espontánea.
• Enfermedad irreversible e incurable confirmada (medio
hospitalario).
• Confirmación de haber iniciado la R.C.P. diez minutos después de
la parada a excepción de niños, ahogados, electrocutados y
accidentados hipotérmicos.
Obstrucción de las vías aéreas
El
sistema respiratorio está capacitado única y exclusivamente para
aceptar elementos gaseosos. La introducción en el mismo de cualquier
cuerpo sólido o líquido implica la puesta en funcionamiento de los
mecanismos de defensa, siendo la tos el más importante. La
obstrucción de las vías respiratorias (atragantamiento) impide que
la sangre de nuestro organismo reciba el oxígeno necesario para
alimentar los tejidos, lo que implicará la muerte de los mismos. El
objetivo es presentar las técnicas de atención inmediata necesarias
para desobstruir la vía respiratoria y así evitar la muerte
cerebral, con ella finaliza la colección dedicada a la atención pre-hospitalaria
en situaciones de emergencia médica (pérdida de conocimiento, paro
respiratorio, paro cardíaco, hemorragias y obstrucción de vías
respiratorias).
OBSTRUCCIÓN DE VÍAS AÉREAS EN ADULTOS
Personas
inconscientes
La
principal causa de obstrucción de la vía respiratoria en personas
inconscientes es la caída de la lengua hacia la retro-faringe.
Personas conscientes
Generalmente, en este caso, el motivo de obstrucción es la «comida»,
suceso conocido popularmente como atragantamiento y que puede
ocurrir en los comedores de cualquier empresa. Esta obstrucción por
cuerpo sólido se produce por la aspiración brusca (risa, llantos,
sustos...) de la comida que está en la boca. En el momento de
producirse la inspiración, la epiglotis (estructura anatómica que
separa el tubo digestivo del respiratorio) deja libre el paso
respiratorio introduciéndose el aire y la comida en la tráquea. La
obstrucción puede ser de dos tipos: incompleta y completa.
Obstrucción de las vías aéreas II
Obstrucción incompleta o parcial
El cuerpo extraño no tapa toda la entrada de aire, por lo que se
pone en funcionamiento el mecanismo de defensa y la persona empieza
a toser. Actuación:
• Dejarlo toser (los mecanismos de defensa funcionan).
• Observar que siga tosiendo o que expulse el cuerpo extraño.
• No golpear nunca la espalda, ya que se podría producir la
obstrucción completa o introducirse más el cuerpo extraño.
Obstrucción de las vías aéreas III
Obstrucción completa o
total
En este caso la persona no tose ni habla. Esto indica que no entra
ni sale aire, pues las cuerdas vocales se mueven gracias a la
vibración que produce el aire al respirar. Generalmente el
accidentado se lleva las manos al cuello y no puede explicar lo que
le pasa, emitiendo sonidos afónicos. Presenta gran excitación, pues
es consciente de que no respira: tiene la sensación de muerte
inminente. El objetivo de la maniobra de Heimlich es empujar el
cuerpo extraño hacia la tráquea y, por ende, hacia la salida
mediante la expulsión del aire que llena los pulmones. Esto se
consigue efectuando una presión en la boca del estómago (abdomen)
hacia adentro y hacia arriba para desplazar el diafragma (músculo
que separa el tórax del abdomen y que tiene funciones respiratorias)
que a su vez comprimirá los pulmones, aumentando la presión del aire
contenido en las vías respiratorias (tos artificial) Actuación:
• Actuar con rapidez.
• Coger al accidentado por detrás y por debajo de los brazos.
Colocar el puño cerrado 4 dedos por encima de su ombligo, justo en
la línea media del abdomen. Colocar la otra mano sobre el puño.
Reclinarlo hacia adelante y efectuar una presión abdominal centrada
hacia adentro y hacia arriba, a fin de presionar (de 6 a 8 veces) el
diafragma. De este modo se produce la tos artificial. Es importante
resaltar que la presión no se debe lateralizar. Ha de ser centrada.
De lo contrario se podrían lesionar vísceras abdominales de vital
importancia
Se puede ver una
animación de la maniobra de Heimlich en:
http://www.tuotromedico.com/temas/heimlich.htm
Obstrucción de las vías aéreas IV
1.
Seguir con la maniobra hasta conseguir la tos espontánea o hasta la
pérdida de conocimiento.
2. En caso de pérdida de conocimiento, se coloca al accidentado en
posición de S.V.B. (Soporte Vital Básico), con la cabeza ladeada, y
se sigue con la maniobra de Heimlich en el suelo.
En esta situación (de inconsciencia) se debe alternar la maniobra de
Heimlich con la ventilación artificial (boca-boca), ya que es
posible que la persona haya efectuado un paro respiratorio
fisiológico, por lo que tampoco respirará aunque hayamos conseguido
desplazar el cuerpo extraño. Si se consigue introducir aire el los
pulmones, se iniciará el protocolo de Soporte Vital Básico. A
diferencia del paro respiratorio fisiológico, en el que podemos
iniciar de forma inmediata las técnicas de ventilación artificial y
conseguir el mantenimiento de la vida cerebral, la obstrucción de
las vías respiratorias es uno de los accidentes más graves ya que
produce un paro respiratorio de tipo mecánico. Tenemos muy poco
tiempo para evitar la muerte cerebral (4-8 minutos). Es un accidente
típico en niños y ancianos (personal de guarderías, colegios,
residencias...) unos porque siempre tienen objetos en la boca o
comen riendo o llorando y los otros por alteración en el normal
funcionamiento de la epiglotis. En el mundo laboral, este tipo de
emergencia puede presentarse en cualquier tipo de incidente ya que
la reacción del organismo ante un accidente inminente consiste en
una inspiración profunda seguida de una contracción muscular que, en
caso de tener algo en la boca (chicle, alimentos...), favorece la
aspiración hacia vías respiratorias.
OTRAS ENFERMEDADES
ATAQUE
AL CORAZÓN
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte
en nuestra sociedad. Estas enfermedades tienen mucho que ver con
nuestros hábitos de vida, el tabaquismo, la obesidad, la
hipertensión, el estrés, etc.
Según el grado de obstrucción coronaria y la importancia de la
isquemia consecutiva, podemos encontrar dos enfermedades diferentes:
ANGINA DE PECHO
La obstrucción no es total. En el caso de realizar un esfuerzo o
padecer algún trastorno emocional que requiera un incremento del
trabajo cardiaco, esta zona no recibirá suficiente oxígeno para
aumentar su actividad, produciéndose el ataque cardiaco.
Normalmente, en la angina, al cesar el esfuerzo y reposar unos
minutos, suelen desaparecer o se calman las molestias, ya que se
reducen las necesidades de oxigeno del corazón.
Imagen 1 |
Imagen 2 |
INFARTO
DE MIOCARDIO
La obstrucción es completa, por lo que una parte del corazón no
recibirá oxígeno de manera permanente, por lo que aparecerán los
síntomas, los cuales no desaparecerán con el reposo. La lesión del
miocardio por infarto puede llegar a ser mortal, si el territorio
que no recibe sangre es bastante grande como para afectar gravemente
el funcionamiento del corazón y este no ser capaz de bombear sangre
a los órganos vitales. Síntomas:
Tanto en una angina de pecho como en un infarto podemos encontrar:
- Dolor o molestias en el pecho, que puede irradiarse (extenderse)
hacia el cuello, hombros, brazos, espalda, y, axila y mandíbula.
Este dolor se confunde con el de las indigestiones, pero en este
caso calma cambiando de postura o tomando antiácidos, y además el
dolor no se irradia.
- Dificultad respiratoria y sensación de ahogo.
- La piel puede estar fría, pálida y sudorosa o cianótica.
- Alteraciones del pulso tanto en su ritmo como en su intensidad.
- Finalmente se puede producir inconsciencia, parada respiratoria o
parada cardio-respiratoria, en los casos muy graves.
Actuación:
- Ante la sospecha de un ataque cardiaco hacerle detener todo tipo
de actividad, tender a al persona y mantenerla en reposo.
- Intentar calmarla, ya que la angustia aumenta las necesidades de
oxígeno y puede agravar la situación.
- Si existe dificultad respiratoria, podemos mejorarla colocando a
la víctima en posición semisentada.
- Aflojar cualquier prenda que le oprima el cuello o el abdomen.
- Preguntar a la víctima, familiares o acompañantes, si padece
alguna enfermedad o toma alguna medicación, ya que suelen haber
padecido ya algún ataque anterior y estar medicándose.
- Ayudar a la víctima a buscar y a tomar la medicación específica es
muy importante ya que podemos detener el episodio de isquemia. Se
debe de dar la medicación que lleve el accidentado, no la que lleve
cualquier viandante.
- Activar el sistema de emergencia médica ante cualquier indicio que
nos haga sospechar un ataque cardiaco. Una vez solicitada la ayuda,
valorar la respiración y el pulso e iniciar el soporte vital básico,
si es necesario, o colocar a la persona en posición lateral de
seguridad si está inconsciente.
Ahogados
por
asfixia o por inmersión, se produce porque un medio líquido obstruye
el paso del aíre al interior de las vías aéreas. Hay dos clases de
ahogamientos:
Ahogamiento seco:
Se produce un espasmo de la glotis por Iaringo-espasmo, por lo que
el agua no llega al interior del árbol bronquial; también se
denomina ahogamiento blanco, por el aspecto pálido de la víctima.
Ahogamiento húmedo: Hay aspiración de líquido a los pulmones
tras la fase inicial de laringo-espasmo, por estímulos de la hipoxia
y la hipercapnia en el centro respiratorio de la Inspiración; se
denomina ahogamiento azul y representa el auténtico cuadro de
asfixia por inmersión.
Por otro lado, según el medio en que se produzca, la inmersión puede
ser por:
Agua de mar, que es hipertónica, lo que provoca paso de líquido
hacía los bronquios y los alvéolos, dificultando el intercambio
gaseoso, llegando a la muerte por asfixia, hipoxia, acidosis y edema
pulmonar.
Agua dulce, que es hipotónica y pasa rápidamente desde el alvéolo al
torrente circulatorio, produciendo hipervolemia y hemólisis, lo que
ocasiona la muerte por fibrilación ventricular, hipoxia y edema
pulmonar.
Ahogamiento en piscinas, que es igual al del agua dulce, con el
agravante del cloro que produce acción tóxica en la pared alveolar.
Ahogamiento en aguas contaminadas, que presenta dos problemas
añadidos; la contaminación bacteriana y la química.
En
cualquier caso, el principal acontecimiento tras la inmersión es la
hipoxemia arterial. Inicialmente, tras la inmersión total en el
agua, la víctima presa del pánico inhibe su respiración mientras
lucha y se agita violentamente. La agitación poco a poco desaparece
mientras pequeñas cantidades de aire salen de los pulmones y de la
misma forma grandes cantidades de líquido son tragadas y aspiradas.
Los vómitos están frecuentemente asociados en relación a la
ingestión de gran cantidad de líquido. Finalmente desaparecen todos
los reflejos de la vía aérea y el agua penetra pasivamente en la
tráquea, sucumbiendo y produciéndose la parada cardiaca. Pero como
anteriormente hemos descrito, existe el ahogamiento seco, en el que
el laringo-espasmo no permite la entrada de líquido y la muerte se
produce por ausencia de ventilación e hipoxia. En todos los ahogados
se produce, en mayor o menor intensidad, un cierto grado de
hipotermia, que en cierta forma protege al cerebro de la hipoxia;
esto es importante, ya que no se debe abandonar la reanimación de un
ahogado basándose en su frialdad. En ocasiones, el traumatismo suele
ser el acontecimiento principal que precipita la Inmersión; a menudo
coexisten lesiones cervicales y torácicas, que no son advertidas y
conducen a consecuencias desastrosas.
Ahogados II
VALORACIÓN, SOPORTE Y ESTABILIZACIÓN.
• sacar del medio acuático
• permeabilizar vía aérea
• iniciar ventilación/oxigenación
• si hay parada cardio-respiratoria, iniciar R.C.P.
• control segmento cervical
• cuidar la hipotermia
Lo más
importante es extraer a la víctima del lugar del ahogamiento e
iniciar prontamente las medidas de reanimación. La asfixia es el
primer determinante de la mortalidad tanto temprana como tardía. Por
tanto, el primer objetivo en la resucitación es corregir la
hipoxemia y establecer la circulación ya en el lugar del accidente.
Se deben iniciar las medidas tendentes a la ventilación pulmonar,
mediante la respiración boca-boca o la administración de altas
concentraciones de oxígeno, si se dispone de él, incluso en los
pacientes conscientes y sin aparente dificultad respiratoria. Si no
se aprecia latido cardíaco o pulso carotideo, se debe pasar a una
reanimación cardiopulmonar básica completa. Recordar que los vómitos
pueden tener lugar en más del 50% de los ahogados durante la
resucitación. Es primordial la adecuada limpieza de la vía aérea
antes de proceder a la ventilación y el manejo del paciente como si
existiera lesión de la columna cervical. También es muy importante
tener en cuenta que en presencia de hipotermia, el tiempo
convencional de límite de resucitación (30 minutos) debe ser
ignorado hasta que la temperatura central supere los 30ºC. En niños
los límites con respecto a la resucitación todavía son más
prolongados. Las víctimas de ahogamiento que presentan hipotermia
severa deben ser sometidos a una rápida y continuada reanimación
hasta que se logre actividad cardiaca. La hipotermia hace
extremadamente irritable el miocardio, por lo que es necesario en
ocasiones, múltiples choques para revertir la fibrilación hasta que
la temperatura alcance los 33-35ºC. Por todo ello, la monitorización
electrocardiográfica es necesaria durante el calentamiento. Las
maniobras para drenar el líquido de los pulmones son ineficaces y
potencialmente peligrosas; deberán ser abandonadas porque pueden
provocar el vómito o la aspiración.
Intoxicaciones
EXPLORACIÓN DEL ENTORNO
A la hora de hacer la evaluación inicial del accidentado es básica
la observación del entorno, teniendo en cuenta la autoprotección
(contra gases, humos, jeringas, sangre etc.) Hay cinco preguntas
claves cuando exploremos el entorno:
- ¿Qué ha tomado el accidentado?
- ¿Qué cantidad de ello ha tomado?
- ¿Cuándo lo ha tomado?
- ¿Ha tomado algo más?
- ¿Ha vomitado?
Hemos de tener en cuenta que en muchos casos los pacientes niegan la
ingestión de tóxicos, sobre todo en las intoxicaciones voluntarias.
Si el interrogatorio no es posible inspeccionaremos el lugar donde
éste ha sido hallado, para identificar el tóxico absorbido.
Buscaremos envases de medicamentos vacíos, restos de pastillas o
alcohol, envases diversos, jeringas, y signos de veno-punción en las
extremidades. También es útil inspeccionar los vómitos si los hay,
porque a menudo, las pastillas se ven aún sin deshacer. Todo esto lo
apuntaremos o memorizaremos para notificarlo al médico una vez
estemos en el hospital.
No hay que olvidar que siempre daremos prioridad al estado general
del paciente. Otras actuaciones generales:
- Protegerse para evitar la autointoxicación
- Eliminar el riesgo o alejar a la persona de dicho riesgo
- Hacer una exploración primaria de la víctima y comprobar sus
signos vitales
- Si es necesario, iniciar el soporte vital básico
- Identificar el tóxico, la cantidad y el tiempo que ha pasado desde
la exposición al mismo
- Recoger una muestra del tóxico
- Si tenemos alguna duda podemos pedir información al Centro
Nacional de Información de Toxicología (tfno. 915 62 04 20) donde
nos indicarán las pautas a seguir. Atienden las 24 horas.
- Es preciso el traslado urgente del enfermo a un centro sanitario
que tenga unidad de toxicología.
Intoxicaciones II
ACTUACIÓN ESPECÍFICA FRENTE A UN INTOXICADO
1)
Actuación cuando la entrada es por vía digestiva Podemos distinguir
diversas fases:
- El
tóxico se encuentra en el tracto digestivo. Presenta dolor o
molestias abdominales; vómitos, nauseas; diarreas
- El tóxico ya ha pasado a la sangre. Presenta aumento de la
temperatura corporal; afectación del estado general; erupción
cutánea; sudoración importante
- Afectaciones neurológicas. Alteración de la conciencia, visión
borrosa, convulsiones
Métodos para disminuir la absorción por vía digestiva:
*Vómito
Se tiene que provocar dentro de las tres primeras horas desde la
ingestión del mismo. El método más sencillo consiste en la
introducción de los dedos en la boca. El mejor emético es el jarabe
de ipecacuana tomado por vía oral (30ml disueltos en 250 ml de agua)
Contraindicaciones del vómito. Nunca lo provocaremos en los
siguientes casos:
-
Ingestión de cáusticos, aguarrás, y derivados del petróleo (bencinas
etc.)
- Víctimas inconscientes o con alteraciones de la consciencia
- Víctimas con convulsiones
- Mujeres embarazadas (nunca darles jarabe de ipecacuana)
- Niños menores de 6 meses de edad (nunca darles jarabe de
ipecacuana) En caso de duda, no provoque el vómito
*Carbón activado
Como dosis inicial se da un gramo de carbón por cada kilo de peso de
la persona, disueltos en 250 ml de agua. Lo que hace es absorber el
tóxico del organismo Contraindicaciones del mismo:
-
Ingestión de cáusticos, aguarrás, o derivados del petróleo
(bencinas)
- Ácido bórico, carbonatos o cianuros
- Metales (hierro, litio, malatión etc.)
- Etanol, metanol y etilenglicol
Intoxicaciones III
*Dilución del tóxico
Está
indicada en las intoxicaciones por cáusticos. Se realizará siempre
que la víctima este consciente, no tenga convulsiones y pueda
ingerir (no haya exceso de saliva, tos etc.) La dilución la
realizaremos mediante agua albuminosa (seis claras de huevo
mezcladas con un litro de agua) y si no disponemos de claras pues
con agua sola. Daremos pequeñas cantidades a la víctima,
continuamente, para evitar que se produzca el vómito, hasta llegar
al hospital. En caso de nauseas no darle más.
2) Actuación cuando es por vía respiratoria
Retirar
al accidentado del ambiente tóxico y llevarle si es posible, a un
lugar bien ventilado. Acostar al accidentado sobre un lado (decúbito
lateral), con el tronco elevado unos 45º, y mantenerlo en reposo
absoluto. Taparle con una manta. Si se posee equipo de
administración de oxígeno, administrarlo al 100% y a alto flujo. Es
muy importante adoptar medidas de autoprotección para evitar nuestra
propia intoxicación Iniciar, si es necesario, el soporte básico,
identificar el tóxico y el tiempo transcurrido, y trasladarlo a un
hospital
3) Actuación cuando es por vía parenteral
Evitar pincharnos nosotros mismos. Iniciar, si es necesario, el
soporte básico, identificar el tóxico y el tiempo transcurrido, y
trasladarlo a un hospital
4) Actuación cuando es por vía cutánea
- Auto-protegernos poniéndonos guantes.
- Lavar la zona afectada por el tóxico con mucho agua evitando
salpicarnos.
- Cortar o retirar, si conviene, la ropa que esté impregnada del
tóxico para evitar contaminar zonas sanas.
- Comprobar signos vitales. - Iniciar soporte vital básico si es
necesario.
- Identificar tóxico y tiempo de exposición.
- Traslado a un hospital.
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